10.12.09

El efecto de avanzar hacia atrás.



En algunos casos de mala gestión, podemos observar un efecto muy interesante pero también muy pernicioso, este efecto es avanzar hacia atrás. Posiblemente algunas personas pensaran que esto es imposible, pues no, es totalmente posible y en el caso de Pallejà, el actual equipo de gobierno lo está consiguiendo.


Un ayuntamiento siempre hace cosas, mejores o peores, pero las hace. También otras administraciones hacen cosas en Pallejà, sin ir más lejos, la obra del soterramiento del tren realizada por la Generalitat de Catalunya es quizás una de la obras más importantes realizadas en Pallejà, quizás desde la llegada de los propios ferrocarriles muchos años atrás.


Pallejà avanza en algunas cuestiones y en otras no, Pallejà avanza en algunos servicios y en otros se deteriora, no obstante, para defender la teoría de avanzar hacia atrás, debemos compararnos con otros municipios de la Comarca del Baix Llobregat y entonces, desgraciadamente descubriremos que aun y avanzando en algunas cosas, comparativamente cada día estamos peor, avanzamos menos que los municipios de nuestro alrededor y por eso sabemos que avanzamos hacia atrás.


Pallejà necesita romper con los caciquismos, solo como ejemple. ¿Cómo puede ser que Jordana, ex alcalde de Pallejà por CIU, que dimitió por vergüenza y por haber gastado miles de euros en llamadas telefónicas inadecuadas, ahora, se dedique a entregar a domicilio los lotes navideños que pagamos todas las vecinas y vecinos de Pallejà? ¿Como puede ser que CIU, JA Pallejà y PDF, actuales integrantes del equipo de gobierno permitan esta actuación irregular?


Deberíamos recordar que este señor dimitió avergonzado por su falta y CIU y Entesa intentaron tapar su mala gestión, ahora aparece como mensajero del ayuntamiento repartiendo lotes navideños, como una burla a la navidad y un insulto nuevamente por la utilización de dinero público de manera poco clara.


Estos responsables acumulan demasiados vicios como para seguir gobernando en un futuro cercano, el problema es que ante la posibilidad de cobrar un sueldo, el kilo de concejal parece que esta ciertamente barato y que nadie se ofenda, pero es la realidad.