La matanza que está generando el Gobierno de Israel me indigna, creo que un estado legítimamente constituido ni nadie, no tiene suficiente legitimidad ni la tendrá jamás para justificar en aras de una supuesta autodefensa masacrar a la población civil del “estado” vecino.
Posiblemente es verdad que Hamás utiliza a la población civil como escudos defensivos, pero también es verdad que si estos ciudadanos, niños y niñas, mujeres y hombres, fuesen ciudadanos de un país “occidental” no los consideraríamos daños colaterales y por tanto valoraríamos su vida y desgraciadamente su muerte.
Es bien triste la mentalidad de algunas personas. Estos días he escuchado a personas defender la actuación de Hamás, evidentemente no estoy conforme, son un verdadero grupo terrorista que atemoriza no solamente a sus enemigos, sino también a su propio pueblo, el cual es rehén de esta visión maléfica de los terroristas. “Cuanto peor mejor”
Su pueblo esta muriendo, este pueblo al que teóricamente defienden se esta desangrando también por su actuación. Porque muy probablemente lo que pretenden es lo que están consiguiendo, quitar a las mujeres y hombres de Palestina cualquier esperanza, para reafirmar que el terrorismo es su única salida. Mentira, mentira pero con la actuación de Israel cuidado.
Por otra parte el Estado de Israel, una potencia mundial, que utiliza una capacidad militar facilitada por los países occidentales para “defenderse”, defenderse de una banda terrorista matando a ciudadanos inocentes.
Me duele escuchar en una manifestación teóricamente pacifista, gritos en favor de Hamás, yo pienso que son una parte fundamental del problema, un problema en el que también son actores el Estado de Israel y muchísimos países que están utilizando o influyendo en este conflicto por intereses propios y en algunos casos no demasiado lícitos.
Por tanto no nos confundamos, alto el fuego inmediato ya, depuración de responsabilidades por parte del Tribunal Internacional también, pero Hamás y los países que financian a este grupo terrorista también.
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