8.12.08

Este fin de semana hemos estrenado.

Normalmente estrenar se entiende como un momento positivo. Estrenar un coche, estrenar un piso, estrenar una obra de teatro, etc. Siempre he recordado ese dicho Catalán que dice “Quien nada estrena nada vale”.

Este fin de semana en casa hemos estrenado dos cosas. Por una parte la primera vez que vamos al COAP con Josep, dolor de estomago, fiebre, mareos. En fin una muesca más en mi alma ya maltrecha. Estos sustos estan acabando conmigo.

Pero el verdadero estreno estaba relacionado con Lisa, mi hija, mi princesa, mi vida. Desde que Lisa nació, todo en casa giró a su alrededor, Lisa tiene esta capacidad, sabe aprovechar o aprovecharse de sus limitaciones para dominar a todos los que formamos parte de su mundo, que evidentemente intento que sea lo más feliz posible y que le aporte todo lo que necesita con creces.

Desde que descubrimos que Lisa era una niña con una discapacidad psico -motriz no diagnosticada, aunque ahora decimos no filiada. Que facilidad tenemos a veces para ponerle nombre a las cosas, parece que cuando tenemos una definición ya hemos conseguido alguna cosa. No obstante estos síndromes minoritarios, pocas veces despiertan el interés de los grandes investigadores, laboratorios farmacéuticos y hospitales.

Somos un poco invisibles, Lisa ha gozado y goza de todo lo que le podemos dar, pero yo me resistía a comprar lo que le hemos comprado esta semana. Recuerdo a mi padre poco antes de morir por una enfermedad cardiaca hace ya treinta años, como luchó conmigo para evitar que yo me comprara una motocicleta, pobre papá, preocupado por los peligros de la moto.

Pero bueno, a veces los padres tenemos estas cosas, yo no se la quería comprar, pensaba que Lisa no la necesitaba, ya que siempre estaríamos nosotros para llevarla arriba y abajo. Pero bueno, este fin de semana hemos visitado la Fira de Santa Lucia y Lisa ha estrenado su silla de ruedas.