La mayor parte del tiempo intento pensar que todos somos mujeres y hombres buenos.
La mayor parte del tiempo espero que nuestros comportamientos sean adecuados, respetuosos con los demás y especialmente con la verdad.
Recuerdo hace unos días en una conversación con un grupo de vecinos, cuando uno de ellos decía que lo importante era tener la razón y otra persona decía que era más importante tener la fuerza, dado que mediante la fuerza se podía imponer la razón y una tercera decía que lo único que cuenta es el poder.
Yo defendía que la razón no se impone, uno la tiene o no la tiene y tampoco depende de que los demás te la puedan dar.
Algunas veces es tan sencillo como saberlo y ser capaz de explicar a los demás nuestras razones, que las entiendas y las acepten. No creo en ningún tipo de imposición en ninguno de los sentidos de la vida.
Imponer una creencia, por miedo no sirve de nada. Que los demás nos den la razón por el temor o las consecuencias que una negativa pueda representar, tampoco tiene valor y es más considero que es despreciable.
Algunas veces los políticos, algunos políticos, intentan mover el sentimiento del miedo, con un argumento muy simple diciendo ya se que yo soy malo, pero el otro es peor. Ya se que yo no he solucionado vuestros problemas, pero si cambiáis será peor. ¿Por qué?
Normalmente estos teóricos argumentos no responden a la razón, responden al miedo al miedo del mismo que lo lanza, intentando transmitir su terror por perder un cargo, un sueldo o como dijo Jordana el pasado domingo EL PODER
Jordana y CIU en Pallejà han ostentado la Alcaldía, se ha beneficiado de unas compensaciones económicas, incluso han mejorado en algunos casos su consideración social, pero yo creo que no han ostentado el poder o como mínimo se han servido mal de este poder. Han mandado, posiblemente y de manera mayoritaria de una forma caprichosa y poco ecuánime.
Conseguir el poder no a de ser un objetivo por si mismo, sino un medio para mejorar las cosas, para mejorar nuestro país, nuestro entorno, en definitiva nuestro municipio.
Cuando le oía decir en su discurso leído de un papel que sacó de su bolsillo “desde que yo tengo el poder” un escalofrío me recorrió la espalda y recordé el momento en que acepté el compromiso de intentar recuperar una propuesta progresista, seria y responsable para Pallejà.
Recibí el encargo de dos personas que en esos momentos ya ostentaban cargos de responsabilidad en el PSC, pero que era evidente que el futuro les reservaba desafíos y responsabilidades más altas.
Para mi siempre ha sido un honor haber aceptado este encargo, esta confianza, que espero no defraudar nunca, estas personas fueron Jose Montilla y Jose Zaragoza. Por este compromiso a ellos y especialmente a todas las vecinas y vecinos de Pallejà, este poder de Jordana en el discurso me pareció triste y confirmé la certeza de que nunca caeré en este error.
Hoy cuando falta prácticamente un mes para las Elecciones Municipales y observando el ya no proyecto, sino realidad del PSC en Pallejà, no puedo más que pensar que todo esto ha sido para servir a mis vecinas y vecinos de Pallejà y en ningún caso para como decía el Alcalde ostentar el poder.
Todo este esfuerzo, todas estas horas robadas a Elena, Lisa o Josep, son para hacer algo bueno, no para embrutecerlo como algunos son capaces de hacer cuando como decíamos ostentan el poder.
El verdadero poder, el único licitó, lo ostentan las ciudadanas y los ciudadanos, que con su voto delegan ese poder por un periodo de cuatro años y una vez pasado este tiempo se hace visible la realidad, el voto nunca se equivoca, ni cuando nos favorece, ni cuando nos castiga.
Esta vez si, Pallejà necesita un cambio, un cambio responsable y fuerte y las vecinas y vecinos de Pallejà, hablaran con voz clara, estoy seguro.
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